Según muchos, esta no es sólo la plaza más hermosa de Roma, sino del mundo, y no sólo por sus estatuas y fuentes (como la Fontana dei Quattro Fiumi de Lorenzo Bernini) sino también debido a sus dimensiones. Es una de las plazas más animadas de Roma, con muchos cafés y restaurantes al aire libre, sin embargo siempre logra mantener un ambiente íntimo.